¿ES MEJOR COMPRAR PRODUCTOS ORIGINALES O GENÉRICOS?
Son
innumerables las opciones de tan solo un producto que el mercado
mundial puede ofrecernos, todas con diferente durabilidad,
resistencia, color, sabor, tamaño, apariencia, comodidad, y por
supuesto, precio. Hagamos este ejercicio; piensa por un minutos en la
variedad de marcas de leche que existen. ¿Cuantas contaste? De
seguro más de seis. Lo mismo sucede con, básicamente, cualquier
producto que te puedas imaginar.
A pesar de esto, en cada producto siempre existirá una marca
pionera, y que generalmente será la más visible y poderosa en el
mercado, pero a su vez, es más que probable que también sea la más
costosa ya que ha forjado una muy buena reputación y hacen que más
personas se inclinen por esta elección. Sin embargo, existen otras
firmas genéricas, mucho más nuevas, que tratan de hacerle frente y
competir para hacerse hueco en el mercado. Normalmente, estas marcas
genéricas suelen ser más económicas para lograr así conseguir más
público que las adquiera. Y es aquí donde retomamos el título de
este post, ¿es mejor comprar productos originales o genéricos? La
respuesta es sí y no. Dependerá netamente de la relación
Calidad-Precio. Conocer este punto es fundamental porque te
enseñará a cuándo elegir entre uno y otro como verás a
continuación.
Los genéricos siempre ofrecerán sus productos con precios más
accesibles para atraer la atención. Pero recuerda que a veces lo
barato sale caro. Antes de elegir uno debes comparar la relación
entre su precio y la calidad que ofrece. Por ejemplo, tienes en tus
manos un desodorante original y otro genérico. Este último cuesta
€1, bastante barato la verdad, pero no te protege por mucho tiempo,
no tiene un olor muy agradable y por último, mancha tu ropa. El
original cuesta un poco menos del doble y tiene una gran ventaja
puesto que no estás expuesto a ninguno de las consecuencias
anteriores. Sin lugar a dudas, el original es la mejor opción en
este escenario ya que la diferencia de precios no es exagerada y las
desventajas del genérico lo alejan de la competencia.
Estás
en el mismo supermercado y se te antoja una gaseosa, por lo que vas
al refrigerador y tienes las múltiples opciones. La muy famosa cola
americana de 2000 ml cuesta €1.3, deliciosa como siempre. A su lado
ves que está otra muy parecida y los mismos 2000 ml cuestan €0.3.
Le echas un vistazo a los valores nutricionales e ingredientes y son
idénticos. La diferencia en el sabor es casi imperceptible y cuesta
un euro menos. Estás en esos casos en que vale la pena darle crédito
y la oportunidad al producto, al mismo tiempo que te ahorras un par
de euros obteniendo casi la misma calidad a cambio.
Se trata de probar. En poco tiempo te darás cuenta que muchísimos
de esos productos genéricos tienen una excelente calidad y casi
ninguna diferencia con el original, pero con un precio terriblemente
por debajo. Haz una lista y compara y a final de mes notarás cómo
tu sueldo se estira y te queda más dinero para ahorrar, invertir, o
bien, para darte otros gustos.
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